En este blog le rindo tributo a alguien que fue parte importante de mi vida y con quien descubrí muchas cosas peligrosas y bonitas. Una persona que es feliz ahora sin mí a su lado

domingo, 26 de octubre de 2008

Sin obligación de un lado (ni del otro)

Cuán difícil y duro puede sonar cuando alguien dice que no está obligado a algo.

Pero en realidad es cierto, nadie está obligado a nada, cada quien debe hacer lo que desea hacer en un determinado momento, aún más, existimos nosotros que no nos gusta hacer nada por obligación o por coacción o porque nos dicen que tenemos que hacerlo en determinado momento.

Sin embargo, el decir "no estoy obligado" no debe tomarse como algo negativo ya que lleva consigo un tácito "ni tu tampoco lo estás para conmigo" y tiene sus beneficios...

Muchas veces nos sentimos solos y no tenemos con quien compartir y es en ese momento que recordamos lo poco que hemos hecho por los demás y nos damos cuenta que tampoco debemos esperar compañía, compasión ni nada por parte de los demás.

Y menos pensar que alguien está obligado a hacer algo por nosotros en cualquier momento; esto aún cuando nos puede hacer sufrir, nos permitirá en un futuro no prometer cosas que sabemos que tarde o temprano no podremos cumplir.

Y aún cuando en una llamada tendremos la certeza de sentir la emoción de esa persona que queremos, contenta porque le hayamos apoyado en el momento preciso, sentir su sonrisa en su forma de hablar, imaginar su nerviosismo aún cuando nunca nos dará las gracias pero intrínsecamente en el temblar de sus manos, en su sonrisa, en sus palabras, sentiremos que nos agradece pues o bien solucionamos su problema o al menos estuvimos ahí, en el momento preciso, para hacer lo que ella quería.

Pero no siempre es posible y a veces aún en algo pequeño es dejar en claro que no siempre estaremos ahí, no siempre seremos esa persona especial que sale del sombrero mágico y nos impresiona, los motivos son muchos pero quizá el más importante es que...

... no puedo amarte, ahora no.

Y por otro lado tu tampoco estarás obligada a saber cuando esté mal, cuando necesite ayuda, cuando ya no pueda valerme por mi mismo. Tampoco necesitarás dejar tu trabajo para ir a verme o simplemente de vez en cuando y quizá en el momento que quieras y en adelante: decir "No... ya no... nunca más"

Y no es que lo desee pero veo injusto tu vida pasar detrás de alguién que te admira y te sueña muchas veces a su lado sin embargo no puede ni debe intentar jugar con los sentimientos menos aún de ti, que en cierto momento, fuiste todo para mí.

Pero es importante que cambies esa forma de verme, no soy el gran mago ni el gran benefactor o protector, soy un simple mortal más con más defectos que virtudes, más traicionero quizá que de costumbre.

Y así son todos los humanos, atados a sus prejuicios y libres en el fondo para hacer lo que les venga en gana, claro que nadie tiene el valor completo para hacerlo: ser libre.

Pues aún para amar, primero hay que ser libre. Tú ¿lo eres?

No hay comentarios.: